sábado, 21 de septiembre de 2019

Ordenanzas fijas

"El deber legionario exige de cada socio: 

Asistencia puntual y regular a la JUNTA semanal del Praesidium, donde se presentará en voz clara un informe suficiente sobre el trabajo realizado.
El rezo diario de la CATENA.
La ejecución de un TRABAJO legionario activo y sólido, hecho con espíritu de fe y en unión con María, en forma tal, que en las personas por quienes trabaja y en sus hermanos legionarios sea María quien ve y sirve en ellos a su Hijo Jesucristo.
La GUARDA de un secreto absoluto con relación a todos los asuntos discutidos en la junta o conocidos en el ejercicio del trabajo legionario".

Caitulo 18 Punto 7
(Manual Oficial de la Legión de María)



jueves, 25 de julio de 2019

San Pedro

Patronos de la Legión


"Como Príncipe de los Apóstoles, San Pedro es el patrón por excelencia de una organización apostólica. Fue el primer Papa, pero representa toda la serie ilustre de Pontífices y al Padre Santo actual. Cuando invocamos, pues, a San Pedro, volvemos a expresar la lealtad que profesa la Legión a Roma, centro de nuestra fe, fuente de autoridad, disciplina y unidad" (Decisión de la Legión al poner el nombre de San Pedro en la lista de invocaciones).

La fiesta de San Pedro y San Pablo se celebra el 29 de junio.
(Manual de la Legión de María Cap. XXIV, Punto 8)

San Pedro
San Pedro Apóstol es mencionado frecuentemente en el Nuevo Testamento, en los Evangelios, en los Hechos de los Apóstoles, y en las Epístolas de San Pablo.

Lo único que sabemos de su vida antes de su conversión es que nació en Betsaida, junto al lago de Tiberíades y se trasladó a Cafarnaum, donde junto con Juan y Santiago, los hijos del Zebedeo, se dedicaba a la pesca. Existe evidencia para suponer que Andrés (el hermano de Pedro) y posiblemente Pedro fueron seguidores de Juan el Bautista, y por lo tanto se habrían preparado para recibir al Mesías en sus corazones.

Imaginamos a Pedro como un hombre astuto y sencillo, de gran poder para el bien, pero a veces afligido un carácter abrupto y tempestivo que habría de ser transformado por Cristo a través del sufrimiento.

Nuestro primer encuentro con Pedro es a principios del ministerio de Jesús. Mientras Jesús caminaba por la orilla del lago de Galilea, vio a dos hermanos, Simón Pedro y Andrés, echar la red al agua. Y los llamó diciendo: "Síganme, y yo los haré pescadores de hombres." (Mateo 4,19). Inmediatamente abandonaron sus redes y lo siguieron. Un poco después, aprendemos que visitaron la casa en la que estaba la suegra de Pedro, sufriendo de una fiebre la cual fue curada por Jesús. Esta fue la primera curación atestiguada por Pedro, quien presenciará muchos milagros más durante los tres años de ministerio de Jesús, siempre escuchando, observando, preguntando, aprendiendo.