CAPITULO 15 

LA PROMESA LEGIONARIA

Santísimo Espíritu, yo (nombre del candidato),
queriendo en este día ser alistado como legionario de María,
y reconociendo que por mí mismo no puedo prestar un servicio digno,
te ruego desciendas sobre mí y me llenes de Ti mismo,
para que mis pobres actos los sostenga tu poder,
y venga a ser instrumento de tus poderosos designios.

Reconozco también que Tú, que viniste a regenerar el mundo en Jesucristo,
No quisiste hacerlo sino a través de María;
Que sin Ella no podemos conocerte ni amarte,
Y que por Ella son concedidos tus dones, virtudes y gracias, a quienes Ella quiere, cuando Ella quiere, en la medida y de la manera que Ella quiere;
Y me doy cuenta de que el secreto de un perfecto servicio Legionario consiste en la completa unión con Aquella que está tan íntimamente unida a ti.

Por tanto, tomando en mi mano el estandarte de la Legión,
que trata de poner ante nuestros ojos estas verdades,
Me presento delante de Ti como soldado suyo e hijo suyo,
Y como tal me declaro totalmente dependiente de Ella.
Ella es la Madre de mi alma.

Su corazón y el mío son uno;
Y desde ese único corazón vuelve Ella a decir lo que dijo entonces:
"He aquí la esclava del Señor"
Y otra vez vienes Tú por medio de Ella para hacer grandes cosas.

Cúbrame tu poder, y ven a mi alma con fuego y amor,
Y hazla una con el amor de María y la voluntad de María de salvar al mundo;
Para que yo sea puro en Aquella que por ti fue hecha inmaculada;
Para que por Ti crezca en mí también mi Señor Jesucristo;
Para que yo con Ella, su Madre, pueda ofrecerle al mundo
y a las almas que le necesitan;
Para que, ganada la batalla, esas almas y yo podamos reinar con Ella eternamente en la gloria de la Santísima Trinidad.

Confiado en que en este día quieras Tu recibirme por tal y servirte
de mí y convertir mi debilidad en fortaleza,
Tomo mi puesto en las filas de la Legión y me atrevo a
prometer ser fiel en mi servicio.
Me someteré por completo a su disciplina,
Que me une a mis hermanos legionarios
Y hace de nosotros un ejército,
Y mantiene nuestras filas, en nuestro caminar con María,
Para ejecutar tu voluntad, para obrar tus milagros de gracia
Que renovarán la faz de la tierra,
Y establecerán, Santísimo Espíritu, tu reinado sobre los seres todos.
En el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo. Amén.





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