lunes, 17 de agosto de 2020

Misterios del Rosario

Misterios Gozosos (lunes y sábado)

1. La encarnación del Hijo de Dios.


2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel.

3. El nacimiento del Hijo de Dios.

4. La Presentación del Señor Jesús en el templo.

5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.



Misterios Dolorosos (martes y viernes)

1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní.

2. La Flagelación del Señor.

3. La Coronación de espinas.

4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz.

5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.



Misterios Gloriosos (miércoles y domingo)

1. La Resurrección del Señor.

2. La Ascensión del Señor.

3. La Venida del Espíritu Santo.

4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos.

5. La Coronación de la Santísima Virgen.



Misterios Luminosos (jueves)

1. El Bautismo en el Jordán.

2. La autorrevelación en las bodas de Caná.

3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión.

4. La Transfiguración.

5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.


domingo, 16 de agosto de 2020

15 Promesas de la Virgen María a quienes recen el Rosario


Cuenta la tradición que, en la segunda mitad del siglo XV, la Virgen María se le apareció al Beato dominico Alano de la Rupe, quien escribió el famoso libro “De Dignitate Psalterii” (De la dignidad del Salterio de María), en el cual relata cómo la Virgen pide a Santo Domingo de Guzmán que propague el rezo del Santo Rosario.

Según el Beato Alano, estas son las promesas de Nuestra Señora para quienes rezan frecuentemente y con devoción la oración mariana:

1. Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.

2. Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.

3. El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno: destruye los vicios, disminuye los pecados y nos defiende de las herejías.

4. Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.

5. El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.

6. Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una muerte violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.

7. Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.

8. Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su muerte encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la muerte participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.

9. Libraré del purgatorio a a quienes recen el Rosario devotamente.

10. Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.

11. Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.

12. Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.

13. Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la muerte.

14. Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesús Cristo.

15. La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.



¿Qué es el Santo Rosario?

El Santo Rosario o Salterio de la Virgen

El Santo Rosario es una síntesis de la Historia de la Salvación en todos aquellos misterios en que María está al lado de Jesús participando viva y eficazmente en la salvación de los hombres. Y con el recuerdo de estos misterios la invocamos con las palabras del Ángel en la Anunciación-Encarnación y le suplicamos reiteradamente nos proteja durante la vida y en especial a la hora de la muerte. Nos asociamos a la “Esclava del Señor” y la acompañamos hasta que la veamos en la gloria para que Jesús nos ponga la corona que hayamos merecido. ¡Es maravilloso recorrer todos los días, en compañía de la Madre del Redentor, el camino de nuestra salvación!



¿Cuál es el origen del Santo Rosario?

El Santo Rosario como lo conocemos ahora no surgió de la noche a la mañana, se fue formando a lo largo de los años. Pero fue en 1214 que fue inspirado a la Iglesia por la Santísima Virgen, que lo dio a Santo Domingo para convertir a los herejes albigenses y a los pecadores. Ocurrió de la siguiente forma: viendo Santo Domingo que los pecados de los hombres obstaculizaban la conversión, se retiró a orar y hacer penitencia por tres días y tres noches, hasta que cayó medio muerto. La Santísima Virgen se le apareció en compañía de tres princesas celestiales y le dijo: “¿Sabes, querido Domingo de qué arma se ha servido la Santísima Trinidad para reformar el mundo?” - ¡Oh Señora, tú lo sabes mejor que yo -respondió él-; porque, después de Jesucristo, tu hijo, tú fuiste el principal instrumento de nuestra salvación! -Pues sabe- añadió Ella- que la principal pieza de la batalla ha sido el salterio angélico, que es el fundamento del Nuevo Testamento. Por ello, si quieres ganar para Dios esos corazones endurecidos; predica mi salterio.”


¿Por qué es recomendable rezar el Santo Rosario?

Muchos deseamos que milagrosamente Dios nos favorezca con uno o muchos milagros a la primera o en un dos por tres; pero se nos olvida que antes de dar un buen remedio, es necesario preparar al enfermo para que lo reciba y aproveche. Por eso es necesario, desarrollar el aprecio por la oración, y especialmente por el rezo del Santo Rosario.

Recibirás la corona de gloria (1 Pe 5,4), la que no se marchitará jamás, si te mantienes fiel en rezarlo hasta la muerte, no obstante, la enormidad de tus pecados. Aunque estuvieses ya al borde del abismo, aunque estuvieses ya con un pie en el infierno, aunque hubieses vendido tu alma al demonio, aunque hubieses sido un duro hereje, y obstinado como los demonios, te convertirás tarde o temprano y te salvarás, siempre que -lo repito, y nota bien las palabras y términos de mi consejo. Reces devotamente, todos los días hasta tu muerte, el santo rosario con el fin de conocer la verdad y alcanzar la contrición y el perdón de tus pecados.


El Rosario: corona de rosas

Inicialmente al Rosario se le llamaba salterio, después el pueblo, que es la voz de Dios, lo empezó a llamar Rosario, es decir, corona de rosas. Lo que significa que cuantas veces se recita el Rosario como es debido, colocamos en la cabeza de Jesús y de María una corona de doscientos rosas (una por a cada Ave María) y cuatro rosas blancas (una por cada tipo de misterio) y veinte rosas rojas (una por cada Padrenuestro) del paraíso, que no perderán jamás su belleza ni resplandor. Esto se obtiene al rezar el rosario completo, es decir, los cuatro tipo de misterios. Al recitar un tipo de misterio por día (que actualmente es lo tradicional entre los fieles) se coloca una diadema o guirnalda de rosas celestiales sobre la cabeza de Jesús y María.


La Legión y el Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica

ALLOCUTIO

CONCILIUM LEGIONIS
Por el Padre BEDE Mc GREGOR O.P.
DIRECTOR ESPIRITUAL
DUBLÍN - IRLANDA
Marzo 2007


Mientras he atendido al Concilium en estos últimos años he escuchado muchos informes que vienen de casi todas las partes del mundo. La presencia de la Legión en la mayoría de las Diócesis de la Iglesia Universal es muy impresionante. Y uno de los artículos en estos informes que está marcando particularmente es el número de legionarios que son atraídos a la enseñanza del Catecismo. Hay legionarios que preparan a los niños para La Primera Comunión y para los otros sacramentos. Hay legionarios que están comprometidos en la Catequesis de adultos y la instrucción de conversos a la fe católica. Por supuesto, los Patricios son un espléndido camino para la enseñanza y el aprendizaje de la fe. El Manual se refiere a la enseñanza de la doctrina cristiana a los niños como un “trabajo supremamente valioso,” y sería de hecho difícil exagerar su importancia. Es profundamente un trabajo Mariano, el compartir la misión de María que es la experta suprema en enseñarnos acerca de Jesús, es el trabajo de su vida el conducirnos al conocimiento y al amor de Jesús en todos sus misterios y actividades.

No podemos ofrecer a alguien cosa más preciosa que las verdades de nuestra fe. La fe es la llave de la vida eterna. Debemos emplear obviamente toda nuestra energía para llegar a ser tan eficaces como sea posible en la comunicación de nuestra fe. En la Legión encontramos esta consideración en el Manual: “¿Cómo la madre de Jesús instruiría esos niños, en cada uno de ellos vería a su propio querido hijo?” Otra observación preciosa del Manual es la que sigue: “hay una tendencia natural hacia la impaciencia con los niños. Pero lo peor sería impartir la instrucción en un tono serio y secular, de una manera tal que estas clases fueran miradas solamente por los niños como horas adicionales de la escuela. Esto no debe pasar ya que gran parte de la cosecha se desperdiciaría.”

Está dentro del contexto de la Legión la misión de la enseñanza de la doctrina cristiana, por esto deseo recomendar incansablemente a cada legionario este compendio del Catecismo de la Iglesia Católica. Una de las gracias especiales de la Legión ha sido la verdad y fidelidad constantes a la autoridad del magisterio de la Iglesia. Ahora la Iglesia nos ofrece un enorme instrumento para todos nuestros trabajos de evangelización. Necesitamos saber y amar nuestra fe tan profundamente como sea posible. El Papa Benedicto XVI escribe, 'el compendio, que ahora presento a la Iglesia Universal, es una síntesis fiel y segura del Catecismo de la Iglesia Católica. Contiene en forma sucinta, todos los elementos esenciales y fundamentales de la Iglesia y de nuestra fe, que permite tanto a los creyentes como a los no-creyentes igualmente contemplar el panorama entero de la fe católica. 'Estoy convencido que es una gracia muy grande para cada legionario leer, reflejar e intentar vivir y orar por este Compendio. Esto dará lugar a una renovación auténtica de la Legión por todo el mundo.

Déjenme citar al Papa Benedicto XVI otra vez: “Confío que este compendio a toda la Iglesia y en particular a cada cristiano, pueda despertar y renovar el celo por la evangelización y la educación en la fe, en este tercer milenio, que imprima una característica a cada comunidad en la Iglesia y a cada creyente cristiano, sin importar edad o nacionalidad.” El Santo Padre también confía este compendio a la Legión como un gran regalo. Debemos estar al frente para conocerlo y apropiarlo. Sería maravilloso si cada praesidium y cada consejo superior pusiera este compendio en el corazón del trabajo de cada legionario para la evangelización. Pues nosotros no podemos dar lo que no tenemos. Debemos saber bien nuestra fe, si vamos a compartirla con otros.

No podemos negar que hay gran confusión entre muchos de los fieles con respecto a las verdades básicas de la fe. Advierte el Manual: El “cuidado especial que se necesita al seleccionar el material para la catequesis, que sea conforme completamente con la enseñanza de la Iglesia.” Con el “Compendio” estamos en tierra absolutamente segura. El Papa Benedicto XVI lo pone muy sucinto: “Solamente este compendio, con su brevedad, claridad y comprensión, se dirige a cada hombre, al cual en un mundo de deseos, distracciones y mensajes multifacéticos, le enseña a conocer un modo de vivir, en la verdad, en la confianza en Dios en la Iglesia de su Hijo.” Comencé este Allocutio diciendo que estaba conmovido profundamente e impresionado por los informes del apostolado de catequesis de la Legión a través del mundo, es en verdad maravilloso. Termino sugiriendo que si tomamos completamente el regalo del Compendio en todo el personal legionario mejoraremos los niveles en su formación y se renovará y enriquecerá todo lo que ahora estamos haciendo. En Mayo la Legión entera se apropia del compendio. Esto seguramente traerá enormes frutos.


viernes, 14 de agosto de 2020

Edel Quinn y el Regalo del Sufrimiento

ALLOCUTIO POR EL REV. FR. BEDE McGREGOR O.P.
DIRECTOR ESPIRITUAL DEL CONCILIUM (Febrero 2007)

Todos tenemos nuestros santos favoritos. Nos atraen más unos que otros. ¿Por qué muchos de nosotros somos atraídos profundamente hacia la Venerable Edel Quinn? Puedo casi oír su risa pícara con la sola idea de ser llamada Venerable, cuando ella era aun joven y llena de alegría y entusiasmo. Pienso que llevamos de ella su espíritu festivo, su ador, su natural encanto, su regalo de la amistad. Además de ser una compañera tan encantadora, sabíamos que podíamos compartir nuestras preocupaciones más profundas y ser entendidos y animados por ella. Ella tenía una sonrisa profunda siempre de acogida. Ella está tan cerca de Dios y de su Madre. Ella ama tanto a la gente que hará todo por nosotros.

Pero lo más notable del espíritu de Edel era la alegría que la acompañaba aun en medio de tan increíble sufrimiento. El apostolado de la Legión se basa en el contacto personal llevando el espíritu de Maria y esto significa que resolveremos el sufrimiento porque no hay historia humana que no tenga su contingente de heridas y de dolor. No hay excepciones en el sufrimiento y los legionarios tendrán en la vida un curso para aprender cómo estar presentes donde la gente está dolida pero con el espíritu de Maria. Podemos ser de mucha ayuda con el ejemplo y la amistad de Edel haciendo frente a los sufrimientos de los otros. Pero quizás el mayor desafío se presenta cuando nos ocupamos del sufrimiento en sus numerosas formas en nuestra propia vida. Puede ser relativamente fácil dormir con el dolor de la otra persona. Nos dice Edel que el significado del sufrimiento en nuestras vidas, tiene un valor inmenso. Ella sabía lo que decía cuando hablaba del sufrimiento. Podemos todos hablar con facilidad sobre el papel del sufrimiento en la vida cristiana pero es una cuestión totalmente distinta cuando se pone en práctica.

Edel nació a la vida eterna el 12 de mayo de 1944, en la Celebración de la Santa Cruz. La cruz fue el eje sobre el cual giraba su vida. Ella murió un viernes, un día dado normalmente a la reflexión en la pasión de Cristo, el 14 de septiembre, 1907 en el mes de María, nació a este mundo. Ella pasó su vida de adulta dentro y fuera de los hospitales, en un total estado de agotamiento y desgaste. Todavía escuchamos lo que ella decía sobre el sufrimiento y la enfermedad. Ella escribía en su diario, “Nosotros podemos lograr que esas cosas que funcionan opuestamente a nuestros propios planes y deseos sean gracias todas y cada una. La voluntad de Dios las permite y representan su persistente búsqueda de nosotros. Debemos abrazarlas, hacerlas parte de nosotros, y pagar el pequeño precio que exigen. Hacer siempre su voluntad y eliminar siempre la nuestra. Los pequeños sacrificios son todo lo que podemos llevar; seamos fieles y alegres en aceptarlos con la ayuda de Nuestra Madre. Tenemos solamente esta vida y quizás bien corta, para probar nuestro amor. Si hacemos el esfuerzo, Jesús y Maria nos ayudarán a llevarlas. Si uno sabe la verdad de estas cosas, uno debe ser agradecido y regocijarse en cada debilidad y cansancio físico. Ésta es una leve parte de los sufrimientos y gracias de Cristo.” Ella resume su acercamiento total al sufrimiento diciendo “sufrir por Nuestro Señor es mi alegría más grande”.

Notarás que el lenguaje de Edel en sus notas privadas es exactamente igual al Manual. Ella en su vida era una verdadera encarnación del Manual en el sufrimiento. El Manual se refiere al privilegio inestimable del sufrimiento, el regalo de sufrir, el apostolado del sufrimiento y expresa que cada sufrimiento es una gracia. El Manual valora lo que Santa Teresa de Ávila, dice que “ningún mayor favor puede su Majestad concedernos que darnos una vida, orientada por el ejemplo de su querido Hijo.” También valora las palabras de San Pedro de Alcántara que decía a los pacientes cuando los visitaba en el hospital: El “paciente feliz, demuestra cómo es de grande la gloria de Dios que ha ganado por la aceptación de su enfermedad. Ha merecido más que lo que otros pueden ganar por rezos, ayunos, vigilias, azotes y otros trabajos penitenciales.

El Siervo de Dios, Arzobispo Fulton Sheen dijo -quien era un gran seguidor de la Legión de María- y habló en nuestra reunión del Concilium en menos de una ocasión comentaba a menudo que había tanto sufrimiento perdido en el mundo. Sería una gran tragedia si eso fuera el caso de la Legión. Hay algo especial en la intercesión de los que sufren. Por lo tanto debemos intentar conseguir que a aquellos que visitamos en hospitales, clínicas de reposo, enfermos y ancianos en sus hogares, sean nuestros auxiliares en el apostolado activo de la Legión. Y esto sería un recurso precioso de la Legión, si todos nuestros auxiliares en el mundo nos ayudaran a ver el inmenso valor del sufrimiento para la salvación de las almas y la unión de nosotros con Cristo.

Permítanme concluir con algunas palabras del diario privado de Edel. Ella escribe “Cuando nosotros unimos nuestro sufrimientos con los suyos y los ofrecemos al cielo para su gloria, esos sufrimientos se vuelven dulces y nos llevan muy cerca de Él y son fuente de verdadera felicidad. Esmerémonos en imitar a Nuestro Señor en la aceptación alegre del sufrimiento. Las dificultades de la salud, los trastornos diarios son los más preciados regalos”. Roguemos a Edel con frecuencia para que nos ayude a llevar la cruz por la salvación de nuestras almas.


viernes, 7 de agosto de 2020

Los 5 favores de la Virgen de la Medalla Milagrosa

La Medalla Milagrosa es uno de los sacramentales de la Iglesia. Es una representación física de una realidad espiritual. Desde su introducción, la Medalla Milagrosa ha sido reconocida por ser una poderosa fuente de atracción de las gracias de Dios sobre la humanidad, incluso en forma de milagros.

La Virgen de la Medalla Milagrosa, el 27 de noviembre de 1830 se le apareció a Santa Catalina Lobouré para pedirle que acuñara una medalla con ciertas características, y quien la portara recibiría grandes gracias.

Abre tu corazón y recibe estos favores de la Virgen de la Medalla Milagrosa:

  1. Esta medalla no es un amuleto de la buena suerte, ni hace magia, simplemente se usa con fe y confianza para que con el poder de la oración, se cumplan los anhelos de tu corazón.
  2. Si estás pasando por una situación difícil en tu vida y necesitas de paciencia, perdón, arrepentimiento y fe, puedes obtenerlo con la devoción a la medalla, pues estos son los milagros más grandes que concede.
  3. La Virgen te ofrece protección si clamas para obtener sus gracias y bendiciones.
  4. La medalla la debes portar en el cuello y no sólo realiza beneficios materiales, sino cambios de comportamientos o la sanación de vicios.
  5. Al portar esta medalla debes recitar varias veces al día la jaculatoria: ¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Esta frase reforzará tu fe además de que es una oración breve que no interferirá en tus ocupaciones diarias.




Los símbolos de la Medalla Milagrosa

En la parte frontal de la medalla, María aparece sobre un globo que representa el mundo.

La serpiente es Satanás.

Los rayos en sus manos transmiten sus gracias y bendiciones sobre la Tierra.

En el reverso de la medalla hay 12 estrellas que representan los 12 apóstoles que simbolizan a la iglesia.

La cruz es Cristo y la letra “M” es la inicial del nombre de María que se entrelazan como signo de unión.

Aparecen dos corazones, uno es el de Jesús y el otro el de la Virgen María.



El Cuadro de la Legión de María


1. Este Manual lleva en la portada una reproducción en miniatura del cuadro de la Legión. Fue pintado, como obsequio a la misma, por un brillante joven artista de Dublín. Y -como podía esperarse de un trabajo animado por tal espíritu- resultó una obra bellísima y muy inspirada, según se puede apreciar por dicha reproducción.

2. El cuadro es algo muy completo: hace resaltar maravillosamente las características de la devoción legionaria.

3. Los contornos del dibujo son un esbozo del Vexillum.
En el cuadro se traslucen las oraciones legionarias. Las preparatorias -que comprenden la invocación y oración al Espíritu Santo y el rosario- están simbolizadas por la Paloma que cubre a María con su sombra, inundándola de luz y del fuego de sus amor. Con estas oraciones honra la Legión el momento culminante de todos los tiempos, en el cual María, dando su consentimiento a la Encarnación, mereció ser Madre de Dios y, juntamente, Madre de la divina gracia; y, por eso, los legionarios, sus hijos, se unen, estrechamente a Ella mediante el rosario, llevando impresas en el corazón las palabras de Pío IX: “si tuviera un ejército que rezase el rosario, conquistaría el mundo”.
También se hace alusión a Pentecostés: allí fue María el canal de las gracias derramadas por el divino Espíritu, en aquel momento que se puede llamar la confirmación de la Iglesia; allí se encendió por Ella el fuego apostólico destinado a renovar la faz de la tierra. “Fue su poderosísima intercesión la que obtuvo para la Iglesia naciente aquella prodigiosa difusión del Espíritu del divino Redentor” (MC 110). Sin Ella ese fuego no se hubiera encendido en los corazones de los hombres.

4. La Catena, en su sentido material, constituye el borde del cuadro. La Antífona está representada con mucho acierto, por la figura de María, “que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ejército formado en batalla”; y, en su frente, una estrella para significar que Ella es el verdadero lucero de la Mañana, bañado desde el primer instante de su ser en los fulgores de la gracia redentora, y anunciando la alborada de nuestra salvación.

El Magnificat está representado por el primer versículo -la idea que predominó siempre en la mente de María-, escrito en caracteres de fuego, aureolando la cabeza de la Virgen. El Magnificat es, el canto triunfal de su humildad. Ahora, lo mismo que entonces, quiere Dios depender para sus triunfos de la humilde Virgen de Nazaret, y quiere valerse de los que están unidos a Ella para hacer grandes cosas en honra de su santo Nombre.

El versículo y responsorio -de la fiesta de la Inmaculada Concepción, la principal devoción legionaria- están gráficamente expresados por la actitud de María aplastando la cabeza de la serpiente infernal, y por estas palabras engarzadas en la cadena del borde: “pondré enemistades entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; Él quebrantará tu cabeza”*(Gn 3,15). El cuadro demuestra esta lucha perpetua entre María y la Serpiente, entre los hijos de Aquella y la raza maldita de ésta, entre la Legión y las fuerzas del mal, que huyen a la desbandada, derrotadas.

La oración de la catena no es otra que la del Oficio de María, Medianera de todas las gracias, Madre de Dios y Madre de todos los hombres. En lo alto del mismo queda representado en forma de Paloma, el Espíritu Santo, dispensador de todo bien; debajo, el globo terráqueo, rodeado por buenos y malos, simboliza el mundo de las almas; entre unos y otros, María, llena de gracia, toda encendida en caridad, la Medianera y dispensadora universal de todos los dones divinos. Ella quiere enriquecer a todos los hombres, pero en particular a aquellos que con más verdad se muestren hijos suyos, reclinándose sobre el Coraz6n de Jesús, a ejemplo de San Juan, y recibiéndola a Ella por Madre. Y esta maternidad universal de María, proclamada entre las inconcebibles angustias del Calvario, está expresada por las palabras eslabonadas en el extremo inferior del borde: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre2” (Jn 19,26-27).

5. Las oraciones finales se reflejan en todo el cuadro. La Legión es esa hueste innumerable que avanza en orden de batalla, acaudillada por su Reina, y que lleva sus insignias: “el crucifijo en la mano derecha; en la izquierda, el rosario; los sagrados nombres de Jesús y María en el corazón, la modestia y mortificación en su porte” (San Luis María de Montfort). De sus labios brota ferviente súplica en demanda de una fe que sobrenaturalice cada impulso y acción: de su vida, y les de valor para atreverse a todo en el servicio de Cristo Rey; fe simbolizada por la Columna de Fuego- que funda en uno solo los corazones de todos los legionarios, y les guíe a la victoria y a la tierra de Promisión eterna, irradiando en su avance las llamas del divino amor. La Columna es María que con su fe salvó al mundo: “Bendita tú que has creído” ‡ (Lc 1,45) - en el borde -. Y ahora, por entre espesas tinieblas, María conduce con paso seguro a aquellos que la bendicen, hasta que sobre ellos descienda a raudales la gloria del Señor.

6. Las preces terminan elevándonos en espíritu hasta el acto de pasar lista en la eternidad, donde, sin faltar ni uno solo, -rogamos que se vuelvan a juntar todos los legionarios legales para recibir el galardón de una gloria sin fin.

Entretanto asciende una plegaria por los que han muerto en el combate y esperan la resurrección gloriosa, pero que pueden estar necesitados de la intercesión de sus compañeros.

“En el Antiguo Testamento leemos que, desde Egipto, el Señor caminaba delante de ellos, de día en una columna de nubes, para guiarlos; de noche, en una columna de fuego, para alumbrarles (Ex 13,21). Esta columna maravillosa, unas veces en forma de nube, otras en forma de fuego, fue figura de María en los varios oficios que desempeña para con nosotros” (San Alfonso de Ligorio).

“Inimicítias ponam inter te et mulíerem, et semen tuum et semen illíus; ipsum cónteret
cáput túum” (Gn 3, 15).
“Mulier, ecce filius tuus: Eccc marer tua. ” (Jn 19, 26-27)
“Beata quae credidit. ” (Lc 1,45)



Tomado del Manual de la Legión de María
Capítulo 25 El Cuadro de la Legión

La Medalla Milagrosa


¡La Medalla de la Inmaculada Concepción —popularmente conocida como la Medalla Milagrosa— fue diseñada según las indicaciones de la misma Santísima Virgen! Por eso no es de extrañar que obtenga tan extraordinarias gracias para aquellos que la llevan puesta y rezan por la intercesión y el socorro de María.


La primera aparición

La historia comienza la noche entre el 18 y 19 de julio de 1830. Un niño (tal vez su ángel de la guarda), despertó a la Hermana (ahora santa) Catalina Labouré, una novicia en la comunidad de las Hijas de la Caridad en París, y le pidió que fuera a la capilla. Allí, Catalina se reunió con la Virgen María y conversó con ella por varias horas. Durante la conversación María le dijo: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.


La segunda aparición

María le dio esta misión en una visión mientras meditaba la noche del 27 de noviembre de 1830. Catalina vio a María parada en lo que parecía ser la mitad de un globo y sosteniendo una esfera dorada en sus manos como si estuviera ofreciéndola al cielo. Nuestra Señora le explicó que la esfera representaba a todo el mundo, pero especialmente a Francia. Los tiempos eran difíciles en Francia, especialmente para los pobres que estaban desempleados, y para los refugiados de las diversas guerras de ese tiempo. Francia fue el primer país en experimentar muchos de estos problemas, los cuales finalmente alcanzaron otras partes del mundo e incluso siguen presentes hoy día. De los anillos en los dedos de María, mientras sostenía la esfera, salían muchos rayos de luz. María explicó que los rayos simbolizan las gracias que ella obtiene para aquellos que las pidan. Sin embargo, algunas de las joyas en los anillos estaban apagadas. María explicó que los rayos y las gracias estaban disponibles, pero nadie las había pedido.


La tercera aparición y la Medalla Milagrosa

En la tercera aparición, la visión cambió para mostrar a Nuestra Señora parada sobre un globo con sus brazos extendidos y con los rayos de luz todavía saliendo de sus dedos. Dando forma a la figura había una inscripción: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”.
El significado de la parte frontal de la Medalla Milagrosa

María está de pie sobre un globo, aplastando la cabeza de una serpiente bajo sus pies. Se para sobre el globo, como la Reina del cielo y de la tierra. Sus pies aplastan la serpiente para proclamar que Satanás y todos sus partidarios no tiene poder frente a ella. El año 1830 que aparece en la Medalla Milagrosa es el año en que la Santísima Virgen dio el diseño de la Medalla a santa Catalina Labouré. La referencia a María concebida sin pecado manifiesta el dogma de la Inmaculada Concepción de María —a no confundirse con el nacimiento virginal de Jesús y que se refiere a María sin pecado, “llena de gracia” y “bendita entre todas las mujeres” (Lucas 1:28)— que fue proclamado 24 años más tarde, en 1854.


El significado del reverso de la Medalla Milagrosa

La visión de Catalina continuó y pudo ver el diseño al reverso de la medalla. Doce estrellas rodean una “M” grande de la que surge una cruz. Debajo hay dos corazones con llamas surgiendo de ellos. Un corazón está rodeado de espinas y el otro perforado por una espada.

Las doce estrellas se refieren a los Apóstoles, que representan la Iglesia entera en torno a María. También nos recuerdan la visión de san Juan, escritor del Apocalipsis (12:1), donde “un gran signo apareció en el cielo, una mujer vestida con el sol, y la luna bajo sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas”. La cruz simboliza a Cristo y nuestra redención, con la barra bajo la cruz simbolizando la tierra. La “M” representa a María, y su inicial entrelazada con la cruz demuestra la estrecha participación de María con Jesús y en nuestro mundo. En esto vemos el papel de María en nuestra salvación y su función como madre de la Iglesia. Los dos corazones representan el amor de Jesús y de María para nosotros (ver también Lucas 2:35).


El mensaje de María a Catalina

Entonces María dijo a Catalina: “Haz acuñar una medalla según este modelo. Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”. Catalina le explicó a su confesor cada una de las apariciones con detalle. Ella no reveló que había recibido el diseño de la Medalla hasta un poco antes de su muerte, 47 años después.

Con la aprobación de la Iglesia, las primeras Medallas fueron creadas en 1832 y distribuidas en París. Casi inmediatamente, las bendiciones que María había prometido empezaron a derramarse sobre aquellos que llevaban puesta su medalla. La devoción se propagó como fuego. Milagros de gracias, salud, paz y prosperidad siguieron. Dentro de poco, la gente comenzó a llamarla “la Medalla Milagrosa”. En 1836 se emprendió una investigación canónica en París declarando las apariciones auténticas.

No existe superstición, ni magia, en relación con la Medalla Milagrosa. La Medalla Milagrosa no es un “amuleto de buena suerte”. Más bien, es un gran testimonio de fe y confianza en el poder de la oración. Sus milagros más grandes son de paciencia, de perdón, de arrepentimiento y de fe. Dios usa una medalla, no como un sacramento, sino como un agente, un instrumento que trae consigo gracias maravillosas. “Las cosas débiles de esta tierra Dios las ha escogido para confundir a los fuertes”.

Cuando la Santísima Virgen dio el diseño de la medalla a santa Catalina Labouré, le dijo: “Ahora deben dársela a todo el mundo y a cada persona”. La Asociación de la Medalla Milagrosa en Perryville, Misuri, lleva a cabo la petición de Nuestra Señora de muchas maneras, incluyendo la de ofrecerle a usted una Medalla Milagrosa gratis.
Me gustaría compartir un testimonio sobre las bendiciones que he recibido de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Estimado Padre:

Mi esposo era adicto a las drogas y por eso terminó en la cárcel. Al principio no sabía si permanecer con él o hacer mi propia vida. Dejando de lado sus problemas, siempre fue un gran esposo y un maravilloso padre para nuestras hijas. Yo comencé a rezar a Nuestra Señora y a muchos santos. A través de la oración, mi corazón se hizo fuerte y quise luchar por mi matrimonio. Mi esposo encontró el apoyo legal que necesitaba, y fue puesto en libertad más pronto de lo esperado para estar con su familia y sanar. Siempre le estaré agradecida a la Virgen María por todo su amor y su intercesión para salvar nuestro matrimonio y mantener a nuestra familia unida. Nuestro matrimonio es mucho más fuerte que antes de estas pruebas. Les recomiendo a todos que confíen en Dios y en Nuestra Señora. Las oraciones funcionan. Solo hay que pedir con fe.




jueves, 6 de agosto de 2020

Vexillum Legionis

El estandarte de la Legión
Vexillum Legionis
"Estandarte de la Legión"

El Vexillum Legionis es una adaptación del vexillum o estandarte de la Legión romana. El águila ha sido sustituida por la Paloma, símbolo del Espíritu Santo. Debajo de la Paloma, un rótulo dice: LEGIO MARIAE (Legión de María). Entre este rótulo y el asta hay un marco ovalado con la imagen de la Inmaculada (de la Medalla Milagrosa), unido con una rosa y una azucena. El asta se empalma con un globo, el cual -si se trata del modelo de mesa- descansa sobre una base cuadrada. Todo el diseño expresa la idea de que el mundo ha de ser conquistado por el Espíritu Santo obrando por medio de María y sus hijos.

a) El papel de correspondencia legionaria oficial deberá tenerpor cuño o membrete un grabado del vexillum. 

b) El modelo de mesa, que se usa para las juntas, tendrá 32 cm, de alto, incluyendo la base, y se colocará a unos 15 cm delante y a la derecha de la estatua. Véase la foto al final del Manual. Se puedepedir al Concilium un modelo en metal y ónice. 

c) Para las procesiones y las Acies se utiliza un modelo grande, de unos dos metros de alto en total, dando a la prolongación del asta debajo del globo unos sesenta centímetros. Lo demás debe hacerse según el esbozo que figura al final del Manual, en escala de 12 a 1. El asta se coloca en una base -que no forma parte del vexillum- para mantenerlo erguido durante el acies y siempre que no se lleve amano. Este vexillum grande no lo proporciona el Concilium, pero cada cuerpo legionario puede hacerse con él fácil y decorosamente. Si se quiere una cosa más lujosa, se recurrirá a materiales más valiosos que la madera. Aquí tiene el artista ancho campo donde desarrollar su talento. Como una orientación incluimos en el Manual también una foto de este vexillum grande. 

d) El vexillum es propiedad del Concilium, y sólo se podráreproducir con su permiso expreso. "Este bello y evocador estandarte de la Legión de María... " (Pío XI)




"San Luis María de Montfort se ha dado cuenta con claridad suprema de que no se debe hacer ninguna separación entre la Virgen y el Espíritu Santo. La Legión de María ha asumido con entera convicción su enseñanza sobre esa unión indisoluble, y por esa razón busca afanosamente un conocimiento más profundo de la doctrina del Espíritu Santo" (Laurentin).