viernes, 7 de agosto de 2020

Los 5 favores de la Virgen de la Medalla Milagrosa

La Medalla Milagrosa es uno de los sacramentales de la Iglesia. Es una representación física de una realidad espiritual. Desde su introducción, la Medalla Milagrosa ha sido reconocida por ser una poderosa fuente de atracción de las gracias de Dios sobre la humanidad, incluso en forma de milagros.

La Virgen de la Medalla Milagrosa, el 27 de noviembre de 1830 se le apareció a Santa Catalina Lobouré para pedirle que acuñara una medalla con ciertas características, y quien la portara recibiría grandes gracias.

Abre tu corazón y recibe estos favores de la Virgen de la Medalla Milagrosa:

  1. Esta medalla no es un amuleto de la buena suerte, ni hace magia, simplemente se usa con fe y confianza para que con el poder de la oración, se cumplan los anhelos de tu corazón.
  2. Si estás pasando por una situación difícil en tu vida y necesitas de paciencia, perdón, arrepentimiento y fe, puedes obtenerlo con la devoción a la medalla, pues estos son los milagros más grandes que concede.
  3. La Virgen te ofrece protección si clamas para obtener sus gracias y bendiciones.
  4. La medalla la debes portar en el cuello y no sólo realiza beneficios materiales, sino cambios de comportamientos o la sanación de vicios.
  5. Al portar esta medalla debes recitar varias veces al día la jaculatoria: ¡Oh María sin pecado concebida, rogad por nosotros que recurrimos a Vos!

Esta frase reforzará tu fe además de que es una oración breve que no interferirá en tus ocupaciones diarias.




Los símbolos de la Medalla Milagrosa

En la parte frontal de la medalla, María aparece sobre un globo que representa el mundo.

La serpiente es Satanás.

Los rayos en sus manos transmiten sus gracias y bendiciones sobre la Tierra.

En el reverso de la medalla hay 12 estrellas que representan los 12 apóstoles que simbolizan a la iglesia.

La cruz es Cristo y la letra “M” es la inicial del nombre de María que se entrelazan como signo de unión.

Aparecen dos corazones, uno es el de Jesús y el otro el de la Virgen María.



El Cuadro de la Legión de María


1. Este Manual lleva en la portada una reproducción en miniatura del cuadro de la Legión. Fue pintado, como obsequio a la misma, por un brillante joven artista de Dublín. Y -como podía esperarse de un trabajo animado por tal espíritu- resultó una obra bellísima y muy inspirada, según se puede apreciar por dicha reproducción.

2. El cuadro es algo muy completo: hace resaltar maravillosamente las características de la devoción legionaria.

3. Los contornos del dibujo son un esbozo del Vexillum.
En el cuadro se traslucen las oraciones legionarias. Las preparatorias -que comprenden la invocación y oración al Espíritu Santo y el rosario- están simbolizadas por la Paloma que cubre a María con su sombra, inundándola de luz y del fuego de sus amor. Con estas oraciones honra la Legión el momento culminante de todos los tiempos, en el cual María, dando su consentimiento a la Encarnación, mereció ser Madre de Dios y, juntamente, Madre de la divina gracia; y, por eso, los legionarios, sus hijos, se unen, estrechamente a Ella mediante el rosario, llevando impresas en el corazón las palabras de Pío IX: “si tuviera un ejército que rezase el rosario, conquistaría el mundo”.
También se hace alusión a Pentecostés: allí fue María el canal de las gracias derramadas por el divino Espíritu, en aquel momento que se puede llamar la confirmación de la Iglesia; allí se encendió por Ella el fuego apostólico destinado a renovar la faz de la tierra. “Fue su poderosísima intercesión la que obtuvo para la Iglesia naciente aquella prodigiosa difusión del Espíritu del divino Redentor” (MC 110). Sin Ella ese fuego no se hubiera encendido en los corazones de los hombres.

4. La Catena, en su sentido material, constituye el borde del cuadro. La Antífona está representada con mucho acierto, por la figura de María, “que va subiendo cual aurora naciente, bella como la luna, brillante como el sol, terrible como un ejército formado en batalla”; y, en su frente, una estrella para significar que Ella es el verdadero lucero de la Mañana, bañado desde el primer instante de su ser en los fulgores de la gracia redentora, y anunciando la alborada de nuestra salvación.

El Magnificat está representado por el primer versículo -la idea que predominó siempre en la mente de María-, escrito en caracteres de fuego, aureolando la cabeza de la Virgen. El Magnificat es, el canto triunfal de su humildad. Ahora, lo mismo que entonces, quiere Dios depender para sus triunfos de la humilde Virgen de Nazaret, y quiere valerse de los que están unidos a Ella para hacer grandes cosas en honra de su santo Nombre.

El versículo y responsorio -de la fiesta de la Inmaculada Concepción, la principal devoción legionaria- están gráficamente expresados por la actitud de María aplastando la cabeza de la serpiente infernal, y por estas palabras engarzadas en la cadena del borde: “pondré enemistades entre ti y la mujer, entre tu linaje y el suyo; Él quebrantará tu cabeza”*(Gn 3,15). El cuadro demuestra esta lucha perpetua entre María y la Serpiente, entre los hijos de Aquella y la raza maldita de ésta, entre la Legión y las fuerzas del mal, que huyen a la desbandada, derrotadas.

La oración de la catena no es otra que la del Oficio de María, Medianera de todas las gracias, Madre de Dios y Madre de todos los hombres. En lo alto del mismo queda representado en forma de Paloma, el Espíritu Santo, dispensador de todo bien; debajo, el globo terráqueo, rodeado por buenos y malos, simboliza el mundo de las almas; entre unos y otros, María, llena de gracia, toda encendida en caridad, la Medianera y dispensadora universal de todos los dones divinos. Ella quiere enriquecer a todos los hombres, pero en particular a aquellos que con más verdad se muestren hijos suyos, reclinándose sobre el Coraz6n de Jesús, a ejemplo de San Juan, y recibiéndola a Ella por Madre. Y esta maternidad universal de María, proclamada entre las inconcebibles angustias del Calvario, está expresada por las palabras eslabonadas en el extremo inferior del borde: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Ahí tienes a tu madre2” (Jn 19,26-27).

5. Las oraciones finales se reflejan en todo el cuadro. La Legión es esa hueste innumerable que avanza en orden de batalla, acaudillada por su Reina, y que lleva sus insignias: “el crucifijo en la mano derecha; en la izquierda, el rosario; los sagrados nombres de Jesús y María en el corazón, la modestia y mortificación en su porte” (San Luis María de Montfort). De sus labios brota ferviente súplica en demanda de una fe que sobrenaturalice cada impulso y acción: de su vida, y les de valor para atreverse a todo en el servicio de Cristo Rey; fe simbolizada por la Columna de Fuego- que funda en uno solo los corazones de todos los legionarios, y les guíe a la victoria y a la tierra de Promisión eterna, irradiando en su avance las llamas del divino amor. La Columna es María que con su fe salvó al mundo: “Bendita tú que has creído” ‡ (Lc 1,45) - en el borde -. Y ahora, por entre espesas tinieblas, María conduce con paso seguro a aquellos que la bendicen, hasta que sobre ellos descienda a raudales la gloria del Señor.

6. Las preces terminan elevándonos en espíritu hasta el acto de pasar lista en la eternidad, donde, sin faltar ni uno solo, -rogamos que se vuelvan a juntar todos los legionarios legales para recibir el galardón de una gloria sin fin.

Entretanto asciende una plegaria por los que han muerto en el combate y esperan la resurrección gloriosa, pero que pueden estar necesitados de la intercesión de sus compañeros.

“En el Antiguo Testamento leemos que, desde Egipto, el Señor caminaba delante de ellos, de día en una columna de nubes, para guiarlos; de noche, en una columna de fuego, para alumbrarles (Ex 13,21). Esta columna maravillosa, unas veces en forma de nube, otras en forma de fuego, fue figura de María en los varios oficios que desempeña para con nosotros” (San Alfonso de Ligorio).

“Inimicítias ponam inter te et mulíerem, et semen tuum et semen illíus; ipsum cónteret
cáput túum” (Gn 3, 15).
“Mulier, ecce filius tuus: Eccc marer tua. ” (Jn 19, 26-27)
“Beata quae credidit. ” (Lc 1,45)



Tomado del Manual de la Legión de María
Capítulo 25 El Cuadro de la Legión

La Medalla Milagrosa


¡La Medalla de la Inmaculada Concepción —popularmente conocida como la Medalla Milagrosa— fue diseñada según las indicaciones de la misma Santísima Virgen! Por eso no es de extrañar que obtenga tan extraordinarias gracias para aquellos que la llevan puesta y rezan por la intercesión y el socorro de María.


La primera aparición

La historia comienza la noche entre el 18 y 19 de julio de 1830. Un niño (tal vez su ángel de la guarda), despertó a la Hermana (ahora santa) Catalina Labouré, una novicia en la comunidad de las Hijas de la Caridad en París, y le pidió que fuera a la capilla. Allí, Catalina se reunió con la Virgen María y conversó con ella por varias horas. Durante la conversación María le dijo: “Mi niña, te voy a encomendar una misión”.


La segunda aparición

María le dio esta misión en una visión mientras meditaba la noche del 27 de noviembre de 1830. Catalina vio a María parada en lo que parecía ser la mitad de un globo y sosteniendo una esfera dorada en sus manos como si estuviera ofreciéndola al cielo. Nuestra Señora le explicó que la esfera representaba a todo el mundo, pero especialmente a Francia. Los tiempos eran difíciles en Francia, especialmente para los pobres que estaban desempleados, y para los refugiados de las diversas guerras de ese tiempo. Francia fue el primer país en experimentar muchos de estos problemas, los cuales finalmente alcanzaron otras partes del mundo e incluso siguen presentes hoy día. De los anillos en los dedos de María, mientras sostenía la esfera, salían muchos rayos de luz. María explicó que los rayos simbolizan las gracias que ella obtiene para aquellos que las pidan. Sin embargo, algunas de las joyas en los anillos estaban apagadas. María explicó que los rayos y las gracias estaban disponibles, pero nadie las había pedido.


La tercera aparición y la Medalla Milagrosa

En la tercera aparición, la visión cambió para mostrar a Nuestra Señora parada sobre un globo con sus brazos extendidos y con los rayos de luz todavía saliendo de sus dedos. Dando forma a la figura había una inscripción: “Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”.
El significado de la parte frontal de la Medalla Milagrosa

María está de pie sobre un globo, aplastando la cabeza de una serpiente bajo sus pies. Se para sobre el globo, como la Reina del cielo y de la tierra. Sus pies aplastan la serpiente para proclamar que Satanás y todos sus partidarios no tiene poder frente a ella. El año 1830 que aparece en la Medalla Milagrosa es el año en que la Santísima Virgen dio el diseño de la Medalla a santa Catalina Labouré. La referencia a María concebida sin pecado manifiesta el dogma de la Inmaculada Concepción de María —a no confundirse con el nacimiento virginal de Jesús y que se refiere a María sin pecado, “llena de gracia” y “bendita entre todas las mujeres” (Lucas 1:28)— que fue proclamado 24 años más tarde, en 1854.


El significado del reverso de la Medalla Milagrosa

La visión de Catalina continuó y pudo ver el diseño al reverso de la medalla. Doce estrellas rodean una “M” grande de la que surge una cruz. Debajo hay dos corazones con llamas surgiendo de ellos. Un corazón está rodeado de espinas y el otro perforado por una espada.

Las doce estrellas se refieren a los Apóstoles, que representan la Iglesia entera en torno a María. También nos recuerdan la visión de san Juan, escritor del Apocalipsis (12:1), donde “un gran signo apareció en el cielo, una mujer vestida con el sol, y la luna bajo sus pies y en su cabeza una corona de doce estrellas”. La cruz simboliza a Cristo y nuestra redención, con la barra bajo la cruz simbolizando la tierra. La “M” representa a María, y su inicial entrelazada con la cruz demuestra la estrecha participación de María con Jesús y en nuestro mundo. En esto vemos el papel de María en nuestra salvación y su función como madre de la Iglesia. Los dos corazones representan el amor de Jesús y de María para nosotros (ver también Lucas 2:35).


El mensaje de María a Catalina

Entonces María dijo a Catalina: “Haz acuñar una medalla según este modelo. Quienes la lleven puesta recibirán grandes gracias, especialmente si la llevan alrededor del cuello”. Catalina le explicó a su confesor cada una de las apariciones con detalle. Ella no reveló que había recibido el diseño de la Medalla hasta un poco antes de su muerte, 47 años después.

Con la aprobación de la Iglesia, las primeras Medallas fueron creadas en 1832 y distribuidas en París. Casi inmediatamente, las bendiciones que María había prometido empezaron a derramarse sobre aquellos que llevaban puesta su medalla. La devoción se propagó como fuego. Milagros de gracias, salud, paz y prosperidad siguieron. Dentro de poco, la gente comenzó a llamarla “la Medalla Milagrosa”. En 1836 se emprendió una investigación canónica en París declarando las apariciones auténticas.

No existe superstición, ni magia, en relación con la Medalla Milagrosa. La Medalla Milagrosa no es un “amuleto de buena suerte”. Más bien, es un gran testimonio de fe y confianza en el poder de la oración. Sus milagros más grandes son de paciencia, de perdón, de arrepentimiento y de fe. Dios usa una medalla, no como un sacramento, sino como un agente, un instrumento que trae consigo gracias maravillosas. “Las cosas débiles de esta tierra Dios las ha escogido para confundir a los fuertes”.

Cuando la Santísima Virgen dio el diseño de la medalla a santa Catalina Labouré, le dijo: “Ahora deben dársela a todo el mundo y a cada persona”. La Asociación de la Medalla Milagrosa en Perryville, Misuri, lleva a cabo la petición de Nuestra Señora de muchas maneras, incluyendo la de ofrecerle a usted una Medalla Milagrosa gratis.
Me gustaría compartir un testimonio sobre las bendiciones que he recibido de Nuestra Señora de la Medalla Milagrosa
Estimado Padre:

Mi esposo era adicto a las drogas y por eso terminó en la cárcel. Al principio no sabía si permanecer con él o hacer mi propia vida. Dejando de lado sus problemas, siempre fue un gran esposo y un maravilloso padre para nuestras hijas. Yo comencé a rezar a Nuestra Señora y a muchos santos. A través de la oración, mi corazón se hizo fuerte y quise luchar por mi matrimonio. Mi esposo encontró el apoyo legal que necesitaba, y fue puesto en libertad más pronto de lo esperado para estar con su familia y sanar. Siempre le estaré agradecida a la Virgen María por todo su amor y su intercesión para salvar nuestro matrimonio y mantener a nuestra familia unida. Nuestro matrimonio es mucho más fuerte que antes de estas pruebas. Les recomiendo a todos que confíen en Dios y en Nuestra Señora. Las oraciones funcionan. Solo hay que pedir con fe.




jueves, 6 de agosto de 2020

Vexillum Legionis

El estandarte de la Legión
Vexillum Legionis
"Estandarte de la Legión"

El Vexillum Legionis es una adaptación del vexillum o estandarte de la Legión romana. El águila ha sido sustituida por la Paloma, símbolo del Espíritu Santo. Debajo de la Paloma, un rótulo dice: LEGIO MARIAE (Legión de María). Entre este rótulo y el asta hay un marco ovalado con la imagen de la Inmaculada (de la Medalla Milagrosa), unido con una rosa y una azucena. El asta se empalma con un globo, el cual -si se trata del modelo de mesa- descansa sobre una base cuadrada. Todo el diseño expresa la idea de que el mundo ha de ser conquistado por el Espíritu Santo obrando por medio de María y sus hijos.

a) El papel de correspondencia legionaria oficial deberá tenerpor cuño o membrete un grabado del vexillum. 

b) El modelo de mesa, que se usa para las juntas, tendrá 32 cm, de alto, incluyendo la base, y se colocará a unos 15 cm delante y a la derecha de la estatua. Véase la foto al final del Manual. Se puedepedir al Concilium un modelo en metal y ónice. 

c) Para las procesiones y las Acies se utiliza un modelo grande, de unos dos metros de alto en total, dando a la prolongación del asta debajo del globo unos sesenta centímetros. Lo demás debe hacerse según el esbozo que figura al final del Manual, en escala de 12 a 1. El asta se coloca en una base -que no forma parte del vexillum- para mantenerlo erguido durante el acies y siempre que no se lleve amano. Este vexillum grande no lo proporciona el Concilium, pero cada cuerpo legionario puede hacerse con él fácil y decorosamente. Si se quiere una cosa más lujosa, se recurrirá a materiales más valiosos que la madera. Aquí tiene el artista ancho campo donde desarrollar su talento. Como una orientación incluimos en el Manual también una foto de este vexillum grande. 

d) El vexillum es propiedad del Concilium, y sólo se podráreproducir con su permiso expreso. "Este bello y evocador estandarte de la Legión de María... " (Pío XI)




"San Luis María de Montfort se ha dado cuenta con claridad suprema de que no se debe hacer ninguna separación entre la Virgen y el Espíritu Santo. La Legión de María ha asumido con entera convicción su enseñanza sobre esa unión indisoluble, y por esa razón busca afanosamente un conocimiento más profundo de la doctrina del Espíritu Santo" (Laurentin).


lunes, 27 de julio de 2020

20 Sugerencias para la Organización de un Nuevo Praesidium



1. Legionarios de otros praesidia existentes pueden extender la Legión, después de haber solicitado el permiso del párroco para establecer un praesidium (donde no está fundada la Legión), informarle que nosotros haremos la organización, traeremos los materiales, etc. 

Decirle al párroco que de su parte necesitamos dos cosas: laspersonas y los trabajos. Preguntarle si él invitaría personalmente unas 15-20 personas o sugerirá nombres de posibles miembros para una reunión informativa, si pondría un aviso en el boletín parroquial y/o haría un anuncio en las Misas dominicales. Los trabajos para sugerir podrían ser las visitas al hospital o prisión, visitas a las nuevas familias, las familias registradas para promover actividades especiales o devociones, familias que no vienen regularmente a la iglesia, enfermos en sus casas, dolientes, etc. El trabajo ideal para sugerir es la visita puerta a puerta para contactar a los católicos no practicantes y a los católicos alienados.


2. Determinar el lugar de juntas:

sala de reuniones de la parroquia, sala de catequesis, etc. Mencionarle la necesidad de una escena "familiar" - la mesa larga con las sillas- no el salón de conferencias o una sala de estar.


3. Establecer una fecha para la primera reunión.

Normalmente las tardes en día de semana resultan más aceptables. Asegurarse de que el párroco pueda estar presente y encargar los trabajos para asignar. Deben decirle sobre la función del Director Espiritual en las juntas: dirigir las oraciones, hacer la lectura espiritual, dar la allocutio, etc., desde la primera reunión.


4. Ejecute la siguiente información, tan estrechamente como sea posible a una reunión regular.

Respecto del Rosario (explique la manera de recitarlo en la Legión), oraciones de la Téssera, Manual: lectura y discusión, allocutio, etc. Los organizadores deben dar informes vivientes sobre el trabajo que ellos hacen en su propio praesidium como ejemplo para los invitados. Cuando viene algún punto que no se realiza en la primera reunión (como lectura de acta, informe del tesorero, etc.) se podrían describirlos brevemente. La colecta secreta puede mencionarse, pero normalmente tocamos en aspecto de la necesidad de dinero en la reunión orgánica. Es importante no explicar demasiado en la primera reunión. No es necesario leer las Ordenanzas Fijas en la primera junta. Usted podría leerlas en la tercera o cuarta reunión (pero siempre en la primera reunión de cada mes). Sin embargo, leer y explicar las Ordenanzas Fijas de una manera positiva con tiempo haciendo un intercambio con preguntas o discusión, antes del fin de la reunión podría ser muy beneficioso.


5. La mejor manera de conseguir nuevos miembros es que el párroco, sacerdote, diácono, etc., los escoja. 

Las personas que ellos piensan serían buenas deben ser invitadas personalmente por los sacerdotes, diácono, o seminarista. Debe mencionarse que a menudo las personas más improbables se hacen legionarios fieles y que aquellos que tienen cualidades de "dirección" no deben buscarse principalmente por esa razón exclusiva. Si el párroco no se inclina por sugerir o indicar qué miembros serían aptos, puede sugerirse una campaña de reclutamiento, con una charla corta en las Misas, tomando al final nombres de personas interesadas. Pero esto normalmente se hace cuando un praesidium ya se ha fundado y el número de miembros es pequeño. El interés personal del párroco normalmente es de importancia primaria y su invitación produce un grupo sólido para comenzarlo. La campaña de reclutamiento podría ser un último recurso.


6. Si la parroquia cuenta con boletín, debe ponerse el día y la hora de la primera reunión en el mismo, junto con una breve descripción de la Legión, y una invitación a los parroquianos para asistir o distribuir invitaciones bien impresas.


7. Sería bueno que los fieles que vienen a la primera reunión reciban una asignación. 

Este será un buen incentivo para que ellos regresen la próxima semana a informar. Visitar una clínica o enfermos en sus casas es una salida buena, pero pueden ofrecerse las asignaciones más desafiantes para aquellos que las desearan.


8. Si es posible, los cultivadores experimentados deben acompañar a los nuevos reclutas en su primera asignación, para mostrarles cómo la Legión hace su trabajo. 

Si no fuere posible, debemos asegurarnos de que los nuevos miembros sean asignados en parejas, ya que todo trabajo de la Legión normalmente se hace en parejas. Para mantener el orden de la reunión, deben decidirse detalles acerca del día y tiempo de su asignación después de la reunión.


9. El diácono, seminarista, o hermana religiosa podrían trabajar con los nuevos legionarios las primeras semanas para entrenarlos. 

Por ejemplo, podrían tomar a un legionario con ellos para visitar enfermos en sus casas; trabajar con otro en visita a clínicas; o acompañar a otro en visitas puerta a puerta. Y presentan también un informe de este trabajo si fue hecho con un legionario y asignado por el praesidium.


10. La visita puerta a puerta es el trabajo más importante de la Legión, cada praesidium debe intentar empezar las visitas puerta a puerta con por lo menos un par de socios (presuponiendo el permiso del párroco) así como haciendo los otros trabajos. 

Algunos laicos son temerosos de abordar este trabajo, así que nosotros pudiéramos iniciarlos con trabajos más fáciles, como formación religiosa, visitar clínicas, etc. La experiencia nos enseña que gradualmente ellos conseguirán el valor para ir a visitar puerta a puerta, hacer contactos callejeros, visitar la cárcel, o atender una librería ambulante.


11. Después de la tercera o cuarta reunión, o después de que un núcleo de personas ha tenido una regular asistencia, los praesidia deben escoger un título de Nuestra Señora para su praesidium, como ser Corazón Inmaculado de María, Esposa del Espíritu Santo, Nuestra Señora de Fátima, etc., o algún título de las Letanías. Asegurándose de que no hay ningún otro praesidium en su consejo que tiene el mismo nombre.


12. Tener los ojos abiertos en las personas que parecen serían buenos oficiales. 

Ellos deben, si es posible, estar deseosos de dar un poco de tiempo extra a la Legión, consagrarse a Nuestra Señora, ser de fácil relacionamiento, y sobre todo tener sentido común.


13. Los oficiales del nuevo praesidium, normalmente son escogidos por los organizadores del praesidium, después de consultarlo con el Director Espiritual. 

Ellos no son elegidos en el praesidium, pero son escogidos por el Director Espiritual y los organizadores (o por los oficiales del Consejo), y entonces preguntarles si gustarían asumir el cargo en una "base temporal" hasta que hagan la Promesa Legionaria. Hay que explicarles sus deberes detalladamente y decirles que lean la sección en el manual sobre su oficio particular. El Consejo Superior nombra oficiales después de haber sido analizado por la Directiva.


14. Es necesario lograr que el praesidium sea oficialmente afiliado al Consejo gobernante de la legión local. 

Esto se efectúa cuando los oficiales nombrados asisten a las reuniones del consejo gobernante, normalmente su Curia local o Comitium. Las mismas razones para las excusas de las reuniones del praesidium se aplican al oficial que asiste a la reunión del Consejo.


15. La regla de la Legión es que los oficiales asisten a la reunión mensual de su Consejo. 

Algunas circunstancias sin embargo deben ser consideradas, como las distancias largas. Si el praesidium está dentro de una hora de viaje al lugar donde se reúne la Curia, Comitium o Senatus, sería vital tener a los oficiales del praesidium asistiendo a las reuniones del Consejo, porque ellos son el Consejo.


16. El diácono, dado que él es un clérigo, o una hermana religiosa se consideran Directores Espirituales de un praesidium, mientras un seminarista pudiera ser presidente o Tribuno (Director Espiritual laico, aprobado por el párroco donde tiene lugar la reunión). 

Si no hay Director Espiritual en la reunión, el presidente dirige todas las oraciones, el Rosario, la lectura espiritual, y da la allocutio además de llevar la reunión. (Nota: las allocutiones deben ser dichas con las palabras propias del Presidente, y no debe ser meramente la lectura de un artículo o libro.)


17. El presidente asigna el trabajo y organiza las parejas en las reuniones. 

El trabajo debe ser señalado de antemano a él por el Director Espiritual que habría recibido aprobación del trabajo del párroco.


18. Tres o cuatro miembros son suficientes para empezar un praesidium, pero un grupo de 8 a 15 es mejor, con una mezcla de hombres y mujeres de todas las edades, a partir de los 18 años de edad para un praesidium adulto y de 8 a 17 años para los grupos más jóvenes.


19. La Curia local, Comitium o Senatus proporcionan los Manuales de la Legión, Tésserae, Vexillum, mantel del altar y otros suministros. 

La parroquia podría proporcionar la estatua (de la Medalla Milagrosa, sobre 60 cm. de alto), candeleros, velas, floreros y flores, otra literatura legionaria y medallas milagrosas para entregar en las asignaciones. En algunos lugares el Consejo Superior proporciona también estos materiales, y lo aportado en las colectas secretas cubre por ellos. Algunos ejemplares de boletines legionarios deben estar disponibles para todos los que asisten a las primeras reuniones.


20. Debe darse el nombre y número de teléfono del presidente del Consejo Superior (así como de los cultivadores) al Director Espiritual y al presidente, para que puedan acudir solicitando consejos y a fin de que esté siempre disponible la ayuda al praesidium cuando los organizadores han dejado de asistir a las reuniones.



Traducido por el Comitium de Oruro, Bolivia
de tomado de: http://www.legionofmary.org/